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Carlos Alberto Veiga

                                                        Han pasado treinta años

 

Hace treinta años asumía por segunda vez la banca de Concejal por el Partido Intransigente, luego de haber sido desalojado de la misma por la revolución dictatorial del año 1976.

Eran tiempos de euforia en la ciudadanía, los locales partidarios se llenaban de gente ansiosa por participar y ayudar en forma honoraria a preparar los pasacalles, las pinturas en las paredes y las interminables reuniones de difusión y docencia. A nadie se le ocurría pedir un peso por su actividad y cuando se reclutaban fiscales para las elecciones sobraban candidatos. Más adelante se formó la “militancia rentada” y muchos se arrimaron a los locales partidarios para ganar un sustento sin importarle los ideales y las propuestas.

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Pedro Azcoiti

​                                                        "Somos la vida, somos la paz"

 

Los cuarenta días que separan al 30 de octubre del 10 del diciembre fueron de una enorme expectativa. Por fin se van “los milicos”, aquello por lo que tanto habíamos luchado se hacía realidad. Se iban armando los equipos de gobierno. En nuestra ciudad Coco Taraborelli convocó a una reunión a todos los concejales electos y las autoridades partidarias de los partidos con representación en el HCD, comimos un buen asado en el Centro de Ingenieros. Conversamos y discutimos sobre lo que debía ser la ciudad. Quedaron sentadas las bases de lo que sería una relación madura entre oficialismo y oposición. Poco a poco designaba sus colaboradores. Con varios de ellos habíamos compartido actividades de militancia común entre la Juventud Radical y la Juventud Peronista. 

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Claudio Lariguet

                       Treinta años y una oportunidad perdida

 

Hace 30 años dos acontecimientos se presentaron casi al unísono en mi vida: Uno impactó fuertemente en lo profesional y el otro, en lo afectivo y familiar. Ambos, tuvieron la misma expectativa auspiciosa para mí. Ellos fueron la recuperación democrática en la Argentina y la llegada al mundo de quien se convertiría en mi última hija engendrada al filo de mis 40 años. Claro que el desarrollo a lo largo de estas tres décadas de uno y otro suceso tuvieron desarrollos diferentes en cuanto a su proyección hacia adelante, independientemente de sus significados y contenidos.

Berta Elvira Rivero

Un nuevo aprender a vivir

 

Corría el año 1983. En todo el país había un nuevo despertar teñido de entusiasmo y expectativas. Por fin la democracia daba sus primeros pasos después del terrorismo militar. Renacieron los soportes institucionales de ese nuevo aprender a vivir, basado en la libertad, en los derechos y en las garantías que la Constitución brinda a los ciudadanos. A nivel local, para la Intendencia fue elegido el Dr. Domingo José Taraborelli.

El Consejo Escolar fue una de esas instituciones que acompañan al Ejecutivo y al Concejo Deliberante. Estaba constituido por Enrique Martínez, Delia García, Carla Stancovich, Inés C. de Requejo, Ilma Hebe Galar y quien suscribe, Berta Elvira Rivero. Como secretario administrativo, el Consejo nombró a Ambrosio Díaz Cabrera.

Juan Amondarain

                               Taraborelli y su renovación en el peronismo

 

Me sumé al peronismo en la Necochea de 1972. Ciudad pequeña, aunque plena de rostros conocidos, albergaba en ese entonces el sueño de muchos argentinos de ver volver a Perón, un sueño que precisamente ese año comenzaba a volverse realidad tras casi dos décadas de proscripción. Para mí, como para otros compañeros, Perón simbolizaba un proyecto político de unidad nacional que los trabajadores podían sentir propio, cuyo centro gravitante era la justicia social.
La vuelta de Perón era la condición de posibilidad para que la Argentina despegase, de una vez por todas, de un mar de desencuentros que nos había fondeado en la dependencia y el atraso.

Pablo Alfredo Garrido
                                                        El rol de los trabajadores

 

Se cumplen 30 años de la vuelta de la democracia, el 10 de diciembre de 1983 marcó el inicio de una etapa para todos los argentinos, aquel acto eleccionario abrió el período constitucional más prolongado desde la vigencia de la Ley Sáenz Peña, del voto secreto y obligatorio. Los trabajadores hemos entregado muchas vidas, tanto delegados de base como dirigentes en defensa de la democracia.

El 17 de octubre del 1945 "Día de la lealtad", marcó un hito para los trabajadores que instintivamente dejaron su lugar de trabajo, para marchar a la Plaza de Mayo a pedir por la libertad del Coronel Juan Domingo Perón, que estaba detenido. Al año siguiente fue elegido presidente de los argentinos, este hombre le dio la dignidad a los trabajadores en todo sentido.

Ricardo Esnaola
                                                        Una república

 

A 30 años de haber recuperado la democracia sería deshonesto no reconocer que el país no está hoy como lo soñamos.

Para quienes militábamos en la Juventud Radical por aquellos años estaba claro que la democracia es una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo de la sociedad.

Para garantizar el éxito se necesita una participación activa de los ciudadanos que trascienda el acto de votar y que los involucre en la solución de los problemas cada vez más complejos que afrontan las sociedades modernas. Esto que hoy puede parecer una frase hecha fue una realidad. 

La convicción democrática y el profundo respecto por el criterio de la gente que tenía el presidente Alfonsín posibilitaron esa experiencia única en nuestra historia.

Juan Antonio Garralda
                                                        Un largo recorrido

 

Hace 30 años que estamos felizmente en democracia y hace 30 años que fui elegido presidente del Honorable Concejo Deliberante del Partido de Necochea. Ya en esa época existían apetencias personales con influencias intra y extra bloque. Para ser presidente del concejo mis argumentos eran varios dentro del bloque del PJ como renunciar a la candidatura de Intendente, la disputa era entre “Coco” Taraborelli y yo. Estuve y estoy convencido hasta el día de hoy, y para siempre, que él tenía muchísimas más condiciones para ser Intendente, de lo cual no me arrepiento. Otros argumentos eran tener antecedentes de la militancia familiar, mi cooperación para con el centro de estudios, tener el honor de que mi nombre y apellido estuviera en dos sectores de la lista sábana en las elecciones internas como primer concejal y primer congresal provincial por Necochea para la integración de este organismo del PJ bonaerense.

Protagonistas de la época. Colaboración especial para Ecos Diarios

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