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     Se cumplen 30 años de la vuelta de la democracia, el 10 de diciembre de 1983 marcó el inicio de una etapa para todos los argentinos, aquel acto eleccionario abrió el período constitucional más prolongado desde la vigencia de la Ley Sáenz Peña, del voto secreto y obligatorio.

 

    Los trabajadores hemos entregado muchas vidas, tanto delegados de base como dirigentes en defensa de la democracia. El pueblo, que tiene poca memoria, debe tener presente que "los trabajadores siempre estuvimos en primera fila" y por eso quiero recordar algunos hechos: El 17 de octubre del 1945 "Día de la lealtad", marcó un hito para los trabajadores que instintivamente dejaron su lugar de trabajo, para marchar a la Plaza de Mayo a pedir por la libertad del Coronel Juan Domingo Perón, que estaba detenido. Al año siguiente fue elegido presidente de los argentinos, este hombre le dio la dignidad a los trabajadores en todo sentido, además junto a Evita inicio la igualdad de género, con la Ley del voto femenino.

 

     En el año 1966 otro golpe militar, derrocó a Don Arturo Illia, un hombre honesto al ciento por ciento, al servicio de la Patria. ¿Quiénes fueron los primeros en enfrentar al dictador? los trabajadores, y al frente sus dirigentes, como Agustín Tosco, Atilio López, Elpidio González y otros. Gracias a ese enfrentamiento Onganía quedó debilitado y fue derrocado por sus pares. Así llegamos a 1973, con nuevas elecciones que dejaron a Cámpora en la presidencia, quien fue creando -con medidas- la situación para que Perón vuelva al país, ya que Lanusse había prohibido su vuelta. De esta manera Perón llegó a la presidencia, con el único deseo de unir a los argentinos, (quién no recuerda el encuentro de Balbín-Perón), pero habían pasado muchos años y Perón estaba anciano, cansado y enfermo y no pudo cumplir con sus deseos.

 

    De esta manera arribamos al último golpe militar encabezado por Videla, el 24 de marzo de 1976, siendo el más cruel que se tenga memoria, dejando 30.000 desaparecidos. Aquí nuevamente los trabajadores, a pocos meses del golpe, salieron a defender la Constitución y los derechos que ésta le había dado al gremio de Luz y Fuerza. Se realizaron diversas medidas de fuerza. A mí me tocó, por circunstancias de la vida, estar al frente de la seccional de Luz y Fuerza de Necochea y del Sud-Este, con las cuales llevamos adelante esas medidas, que fueron muy importantes, ya que dejaron su marca dentro del gremio nacional. Fue un ejemplo de cumplimiento. Por eso con la vuelta de la democracia me fue asignada la secretaría general de Luz y Fuerza, sindicato de Mercedes, organización más importante del país.

 

   El representante Municipal de los militares en nuestra ciudad debió informar qué pasaba en Necochea con las medidas que estaba llevando Luz y Fuerza, es por eso que en los primeros días de 1977, llegó el ejército -Gada 601 de Mar del Plata-, comandado por el Teniente Coronel Bocalandro y oficiales que venían de combatir en los montes de Tucumán, pensando que nosotros éramos terroristas. Acamparon en la Cooperativa Eléctrica, torturaron y vejaron a los trabajadores y se llevaron a tres Delegados, la misma suerte corrieron los trabajadores y personal jerárquico de la Central Eléctrica del puerto de Necochea.

 

    A pesar de la impunidad con que actuaban, cometieron un grave error, ya que la Central estaba bajo Jurisdicción de la Prefectura-Marina y desconocieron a las fuerzas de Seguridad que allí custodiaban. Ante la situación de no saber el destino de los tres delegados y sin tener información, a los cuatro días decidimos por Asamblea de Delegados, hacer un paro general con abandono de servicio en la Central Eléctrica. Comunicada la medida al personal jerárquico, éstos hicieron lo propio a la Prefectura-Marina. Desde esa dependencia nos pidieron que no llevemos adelante la medida y se comprometen a dejar en libertad a los tres delegados y dejar sin efecto la captura del secretario Seccional Pablo Garrido. Esto ocurrió previa visita al Gada 601 de Mar del Plata, ante el Teniente Coronel Bocalandro, donde recibimos toda clase de amenazas, pero ya con los delegados en libertad.

     

      De vuelta a Necochea, informamos lo sucedido a los trabajadores en Asamblea (que estaban prohibidas) y resolvimos seguir con las medidas, con menor intensidad, a pedido del Secretariado Nacional de Luz y Fuerza. Continuamos trabajando y en el año 1980 formamos la CGT Regional de Necochea, con los sindicatos más importantes y con otros compañeros que tenían su gremio cerrado, con quienes realizamos varias movilizaciones.

 

    De esta forma llegamos al 30 de marzo de 1982, con conciencia de lucha y lo más importante de ese día fue la realización de la misa en la Iglesia de los Capuchinos en memoria a los caídos en defensa de la Constitución, cuando se entonaron las estrofas del Himno Nacional, fue con tanta fuerza ( éramos muchos dentro y fuera de la iglesia) que nos dio una energía extraordinaria, y salimos movilizados por la avenida 58 hacia la Municipalidad, en la avenida 75 fuimos interceptados por un cordón militar, que no permitía pasar.

 

   Pudimos dialogar y logramos pasar cinco dirigentes que fuimos a entregar un petitorio al representante de los militares en el Municipio, mientras caminábamos por la 58, apreciamos que varios compañeros avanzaban por las calles paralelas y al llegar al Municipio éramos cientos de manifestantes, fue tan grande el fervor que desde adentro del Municipio con el representante de los militares sentíamos claramente el "que se vallan los torturadores, abajo la dictadura" y otros cánticos.

 

    Estas impresionantes marchas a lo largo y ancho del país, con muertos, heridos, detenidos, dejó a la dictadura maltrecha. Fue un golpe mortal. Luego jugaron con esa avanzada criminal que fue Malvinas, donde el pueblo trabajador volvió a pagar con sus vidas, entregando a sus hijos. Malvinas tapó la lucha del movimiento obrero, de años de mentiras e hipocresía. Y lograron que el pueblo los apoyara en la toma de las islas, concurriendo a la plaza de Mayo. Por instantes nos olvidamos de todas las atrocidades cometidas por estos asesinos. Pero todo lo que habían planeado en Malvinas se les vino en contra.

 

      Han pasado 31 años de aquella movilización de masas y 37 del golpe militar. Se hace necesario correr el velo de aquella mentira instalada, por eso se puede afirmar que -según el trabajo de unos pocos que han investigado esta verdad silenciada- entre el 65 y 70 por ciento de los desaparecidos son trabajadores. Se cuenta que fueron miles los delegados, miembros de comisiones internas, que fueron arrancados de sus hogares.

 

      Debemos tener voluntad de memoria, no del olvido. Y recordar lo ocurrido el 30 de marzo de 1982, la movilización invisible, la que no se quiere analizar en la historia, ese olvido de la clase dominante "La memoria es un proceso Social, Despojado de la Memoria, los Pueblos se Opacan".

 

    Hay que resaltar que no hubiera existido un 30 de marzo del 1982 si antes no ocurría toda forma de resistencia por el Movimiento Obrero con la CGT nacional al frente, en gran parte gracias a Saúl Ubaldini y otros compañeros que dieron la vida en las movilizaciones. Primero fueron las marchas a Luján, luego, que fue fundacional - el paro de 1979 convocado por los 25 y las grandes movilizaciones a San Cayetano en el 81 "por pan y trabajo".

 

      En esas marchas se sufrió la represión y hubo detenidos por miles. Todo lo realizado en la parte gremial y social en nuestra localidad, nos permitió pensar que debíamos participar en la parte política en las elecciones del 30 de octubre de 1983. Perón decía "los trabajadores deben estar en los lugares de decisión, allí se pelean las leyes y tus derechos". Y para ello formamos las 62 Organizaciones Peronistas (brazo político y gremial del Peronismo). Por dicha entidad fui designado para integrar la lista de concejales junto a la candidatura de Domingo Taraborelli, que triunfó en esos comicios. Se formó un Concejo con hombres de mucha experiencia, radicales, intransigentes y peronistas. En estas vivencias quiero agradecer a los gremios locales, y en especial a mis compañeros de Luz y Fuerza, a los integrantes de la Comisión de la Seccional Local de Luz y Fuerza y los Delegados entre el año 1975 y 1984.

 

     Un párrafo especial para mi familia, que sufrió en esos nefastos años, que no sabían dónde estaba y más de una vez estuvieron por varios días con las fuerzas del ejército y de seguridad en la puerta.

 

Pablo Alfredo Garrido

 Secretario seccional de Luz y Fuerza Necochea 1975-1984
Secretario general de la CGT regional Necochea 1980-1984
Concejal 1983

El rol de los trabajadores
 
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